«Otra vez, no»: Gente que sobrevivió a más de una tragedia
Estos días es noticia en el mundo, Tsutomu Yamaguchi, un ciudadano japonés de 93 años que ha recibido una distinción que acredita que sobrevivió al lanzamiento de la bomba atómica en Hiroshima… y tres días más tarde también en Nagasaki. Su historia es increíble, pero no es única. Un poco como en la película «El Protegido» existen un puñado de personas en el mundo que han salido con vida de más de un desastre o tragedia, ya fuera en tierra, mar o aire.
Tsutomu Yamaguchi se encontraba en Hiroshima en viaje de negocios el 6 de agosto de 1945. Vió un bombardero estadounidense arrojó una bomba atómica. Sufrió quemaduras graves en el torso y pasó la noche en la ciudad. Pero regresó a su casa en Nagasaki justo a tiempo para el segundo ataque, el 9 de agosto. Estuvo expuesto a la radiación, pero sigue vivo. Y al parecer este hombre no fue el único. Se cree que hay otros 8 japoneses que sobrevivieron a la detonación de ambas bombas atómica.
Antonio Lledó, es un joven español que fue protagonista en 2003 cuando se supo que había salido con vida del accidente de tren de Chinchilla, en el que murieron 19 personas… y seis meses antes sobrevivió a otra tragedia ferroviaria del Talgo Madrid-Murcia, en Tobarra en el que perdieron la vida 2 personas. Antonio Lledó, natural de Cartagena, tenía 19 años y acostumbraba a coger el tren para ir a ver a su novia a Madrid. El tres de junio estaba en el vagón-cafetería dos minutos antes de que su tren se empotrara con otro de mercancías a la altura de Chinchilla. Pero volvió a su asiento en el vagón posterior y eso le salvó la vida.
Violet Jessop ha pasado a la Historia como la persona que sobrevivió a tres naufragios míticos: el del Titanic, el de sus dos buque-hermanos, el Britannic y el Olympic -aunque en el caso de este último, sólo se trató de una colisión con otro barco-. Violet Jessop era azafata de la White Star Line, la compañía propietaria de los legendarios buques, por eso viajó en ellos. El azar hizo sin embargo que sobreviviera al trágico hundimiento del Titanic en 1912, donde le ordenaron subir a uno de los botes salvavidas, y posteriormente en 1916 y ya como enfermera de la Cruz Roja en el del Britannic. Murió en 1971, a los 84 años de un ataque al corazón y dejó escritas sus memorias.
Rob De Knecht es un empresario holandés que en este 2009 ha sobrevivido a dos accidentes aéreos… en una semana. Viajaba a bordo del avión de Turkish Airlines que se estrelló el pasado 25 de febrero en Amsterdam causando la muerte a nueve personas. De Knecht salió con vida aunque se fracturó cuatro costillas. Apenas seis dias antes había vivido otro siniestro, esta vez en el aeropuerto de Estambul cuando el aparato en el que viajaba chocó al aterrizar con un poste de iluminación. Cuando el empresario pudo salir del avión estrellado en Amsterdam, se dedicó, pese a sus heridas, a hacer fotografías. «Si no, nadie me va a creer», declaró.
Mark Inglis es un heroe en su país natal Nueva Zelanda. En 1982, una ventisca le sorprendió con otro alpinista en lo alto del Monte Cook, la cima más elevada de su país. Tuvieron que refugiarse en una cueva de hielo y tardaron 13 días en ser rescatados. Las congelaciones fueron tan graves que no quedó más remedio que amputarle a Inglis las dos piernas. Pero eso no le impidió seguir practicando el alpinismo. Y en 2006, Mark se convirtió en el primer doble amputado que coronaba el Everest… sin embargo volvió a sufrir congelaciones y perdió las yemas de varios dedos y más carne de sus piernas.
Juliane Köpcke fue la única superviviente de un accidente de avión en Perú en 1971. Tenía entonces 17 años. Un rayo alcanzó al aparato, en el que viajaba con su madre, que se desintegró en el aire. Juliane salió despedida, pero sentada en su butaca. Esto y el caer sobre las copas de los árboles en plena selva amazónica, le salvó la vida. Pero era solo la primera prueba que debería superar. Buscó a su madre, pero solo halló los restos calcinados del aparato. Pasó sola en la selva nueve días, a merced de los mosquitos, el calor y los animales salvajes. Siguió el curso de un arroyo y por fin encontró una canoa. A la mañana siguiente, fue rescatada por unos campesinos. Su doble peripecia fue llevada al cine en Wings of hope de Werner Herzog. [VIDEO]
No fue exactamente un desastre o un accidente, pero la historia de Ken Kirby también es digna de los manuales de supervivencia. Este policía de 52 años sufrió un ataque al corazón en las pasadas Navidades. Fue llevado al hospital en situación de parada y con el electroencefalógrama plano, pero los médicos consiguieron reanimarle. 45 minutos después volvió a entrar en shock por segunda vez y los médicos le dieron por muerto. Incluso informaron del fallecimiento a su familia. Sin embargo una enfermera mantuvo la monitorización y al cabo de varios minutos detectó que el pulso había vuelto. Trasladaron a Kirby a otro hospital más importante donde finalmente lograron recuperarle del todo.
En la red también puede encontrarse información de supervivencia milagrosa, ya sea siendo protagonistas de caídas libres sin paracaídas o con este defectuoso desde mucha altura o siendo los únicos supervivientes de un accidente aéreo.