«Quizá se obligue a España a pedir ayuda para sus bancos» dicen los corresponsales del WSJ y Le Figaro
La tertulia de corresponsales extranjeros del canal 24h de TVE, que está presentada por Elena Ochoa, contó esta semana con Fiona Maharg-Bravo, analista de Reuters Breakingviews, Santiago Pérez del Wall Street Journal y Mathieu de Taillac, de Le Figaro.
Entre los temas analizados estuvieron la reforma bancaria anunciada por el Gobierno, la intervención de Bankia y los rumores sobre un posible rescate de la economía española o de sus entidades financieras.
Santiago Perez explica que la primera reacción a la reforma bancaria «no ha sido muy positiva y en parte el problema es que se demuestra que las autoridades españolas sobresetimaron la capacidad de sus bancos para enfrentarse a la virulencia de esta crisis». Además cree que la reforma «va a generar mucha presión en los bancos a corto plazo y provocará que no tengan dinero para comprar deuda española o dar créditos».
Mathieu de Taillac apunta que «dos reformas en tres meses son muchas reformas, sobre todo si van en la misma dirección y tocan el mismo palo que es reforzar las provisiones de los bancos». Y añade que si se obliga a cubrir los activos no problemáticos «igual España empieza a tener un problema de credibilidad por cómo se califican las cosas. Y traslada la sensación de que todo lo inmobiliario es problemático».
Fiona Maharg-Bravo cree que los grandes bancos «como Santander y BBVA que tienen rentabilidad alta y están diversificados podrán llegar a estas provisiones sin muchos problemas. Habrá bancos medianos que les va a costar y habrá que ver si pueden hacerlo y otras muchas pequeñas entidades que van a tener que recurrir a ayuda para hacerlo.» Y alerta del riesgo de los bonos convertibles llamados «cocos» ya que «son préstamos que hay que devolver pasado un tiempo. Y se ha visto en BFA que no lo van a hacer».
El corresponsal del Wall Street Journal explica que «el estado español ahora está más expuesto a los problemas que pueda tener la banca y no es del todo igual, pero se parece cada vez más a Irlanda. Y en el caso de Bankia tendrían un problema si lo dejan caer porque la mayoría de los accionistas son pequeños y no inversores sofisticados. Y además está la dificultad de saber si se puede realmente valorar los activos inmobiliarios porque no hay mercado ahora mismo».
El periodista de Le Figaro asegura que le parece «buena idea» que haya auditorías independientes de las entidades financieras aunque apunta «será complicado encontrar a alguien que pueda hacerlo y que sea realmente independiente de los bancos. Seguro que habrá críticas». Añade además que es un forma también de «decirle al Banco de España que no ha hecho bien su trabajo de supervisión».
La columnista de Reuterse ve, por su parte, «clave» que vengan auditores porque los inversores creen ahora «que hay todo un abanico de exposiciones a parte del ladrillo que pueden dar pérdidas a los bancos como créditos a pymes, a grandes constructoras o hipotecas. Me parece importante que los auditores vayan a mirar no solo el ladrillo, sino toda la cartera y a lo mejor encuentran que los temores sobre pérdidas no están justificados».
Los tres corresponsales consideran que un rescate no a la economía global de España, pero si a sus bancos «está en el aire» y Perez y de Taillac creen que «quizá se obligue al gobierno español a pedir la ayuda».