«The Cove» debe hacernos reflexionar sobre los Zoos
«The cove» es uno de los documentos más impactantes que he visto nunca. Fue el ganador este año del Oscar al mejor documental.
Una cala de Japón tiene el dudoso honor de haberse convertido en este sangriento símbolo mundial de los excesos del hombre, del afán de dominación contra la naturaleza.
Taiji, en Wakayama (Japón) , es el lugar en el que entrenadores de Zoos de todo el planeta secuestran delfines con los que entretener a los ociosos hijos del primer mundo. Existían pocas imágenes de lo que allí ocurre porque los pescadores y la policía protegen con inquina el lugar. El sitio, unos metros más allá, es utilizado por los pescadores japoneses para acorralar y desollar a los ejemplares no elegidos, cientos de ellos, con el objeto de vender su carne.
Pero al más puro estilo de Hollywood, al más puro estilo Ocean´s Eleven, un equipo de personas consigue colarse en el pais transportando material de alta tecnología, -rocas con cámaras ocultas de alta definición diseñadas por la empresa de efectos especiales Industrial Light and Magic; micrófonos submarinos, cámaras militares de visión nocturna- . Su objetivo era filmar y denunciar lo que ocurre en esa playa.
Una de las personas que forman parte del equipo es el activista Richard O’Barry. O’Barry es desconocido aquí en España pero durante 10 años fue el entrenador y cuidador personal del delfín en la serie de televisión «Flipper».
Aquel animalito murió suicidándose en sus brazos, una sorprendente decisión que toman a veces estos cetáceos. Desde entonces vive dedicado al activismo, liberando y denunciando la esclavitud y la vileza con la que sometemos los humanos a estos animales en zoos, ferias, exposiciones y parques acuáticos.
«Me siento responsable en cierta medida porque fue la serie de tv Flipper la que dió lugar a esta industria multimillonaria. Yo originé el anhelo de matarlos de tanto nadar con ellos, besarlos, abrazarlos y quererlos. Lo que provocó que los capturaran tanto…» -explica en el documental.
Durante el reportaje algunos expertos en biología explican aspectos, de lo poco que conocemos de esos habitantes de la tierra llamados delfines: son seres extraordinarios, con inteligencia, que tienen conciencia de su existencia, muy familiares y que viven con terror la separación de los suyos y de su entorno, esa macabra práctica tan humana. No hay mucho que explicar tampoco sobre lo que sienten durante la matanza, de la que son absolutamente conscientes.
El documental alerta también de la crueldad que supone someterlos a esa tortura sostenida llamada zoológico. La naturaleza, explica el reportaje, les ha hecho un regalo terrible: su boca tiene forma de sonrisa. Lo que hace pensar que nunca sufren. Pero ¿Como iba a pensar la naturaleza que ese regalo podía ser el mejor aliado para el sometimiento humano?
El DVD no está disponible en muchos lugares pero es fácil de acceder a él en google si pones «The Cove» y cine-adicto, por ejemplo. Aunque no te olvides después de hacer una donación en la web oficial si crees que la experiencia ha merecido la pena.