«Gaitas para Fraga, banquillo para Garzón… algo no encaja» dicen los corresponsales en su blog
Cecile Thibaud, de la revista gala L´Express y La Tribune de Geneve publica una entrada en el blog del Circulo de Corresponsales Extranjeros en España donde analiza la forma en que se está tratando la figura del Baltasar Garzón y su primer enjuiciamiento en el Supremo por el caso Gürtel. Hace una comparación con «el trato exquisito» dado al fallecido Manuel Fraga. Y destaca que el primer juicio ha dejado dos sensaciones: que es un caso «semivacío», pero que «todo está ya? decidido de antemano».
«Parece que escribir sobre Garzón significa entrar en una guerra de trincheras, antes de haber tecleado la primera palabra.
Es una situación ??insólita? y desde luego muy difícil de hacer entender fuera, para nosotros los corresponsales quienes intentamos informar a los lectores de nuestros países. Especialmente en el momento en que se da un trato exquisito a Manuel Fraga, que acaba de morir celebrado como un gran servidor del Estado. Para él, todo es elogios, o por lo menos respeto. Apenas unas líneas discretas para señalar su pasado de hombre del régimen. Mejor describirlo como un hombre clave para organizar la transición. Así que Fraga el alto cargo franquista orgulloso de su pasado, es un hombre que ha sabido adaptarse a los tiempos.
Con esta fórmula vaga y neutra, se ensalza al ex ministro de la información, el que imponía su ley de censura a la prensa de la época, y que hasta su último día se quedo tal cual, un hombre tajante y autoritario que no se arrepiente de nada. A él, nadie se atrevía del todo a hacerle preguntas, sus gruñidos lo contestaban todo.
Las gaitas suenan para el cacique gallego, el día que Garzón se quita la toga de juez para el interrogatorio delante del Supremo. A Garzón también se le ha reservado un trato muy especial. Un sillón y un vaso de agua. El juez afónico lucha contra su voz para contestar de manera precisa a sus interrogadores que parecen repetir la misma pregunta cortada en trocitos? parece que el juicio patina….[SIGUE] [lea aquí la columna completa]