Time: «El escándalo de Bankia está aumentando la ira en España»
La revista estadounidense asegura en un articulo de su corresponsal Lisa Abend que hasta ahora España no ha vivido estallido de ira en las calles al estilo griego, pero resalta «hay señales de que eso puede estar cambiando» a causa de la indignación por el caso Bankia.
(Foto: Flickr/Txisko)
Time considera que «desde que empezó la crisis, el humor en España ha sido oscuro, pero en los últimos días, el ambiente se ha vuelto decididamente más negro». Destacan las revelaciones sobre el agujero de Bankia y las tensiones sobre la prima de riesgo como causas para que «poco a poco, el humor de patíbulo está dando paso a la indignación. Es difícil decir quién es el mayor objetivo de la misma: el gobierno de España o los bancos. Están, en todo caso, inextricablemente unidos.»
El texto señala que «hasta ahora, aun cuando la tasa de desempleo ha pasado del 23% y las medidas de austeridad han reducido las pensiones, abaratado el despido y recortado el estado de bienestar, España ha evitado en gran medida el tipo de ira que ha estallado en las calles de Grecia. Pero hay señales de que eso puede estar cambiando. Y citan reflexiones de Ignacio Escolar y Karlos Arguiñano recalcando que la idea de que «No tenemos dinero para pagar a los maestros, pero si para rescatar Bankia, está provocando una gran cantidad de ira que se ve en las redes sociales.»
Además apuntan: «La rabia se está incrementando aun más por la sensación de que el gobierno está improvisando segun van saliendo cosas». Recuerdan algunas de las promesas incumplidas de Rajoy y añaden la valoración de Iñaki Gabilondo:»No es sólo que siga contradeciendose a sí mismo es que puede verse que está completamente abrumado por lo que está sucediendo.»
El lenguaje corporal de Rajoy en su entrevista con Rubalcaba, nos presenta a un hombre desarbolado, desanimado, desorientado. No creo que este señor sea lo que necesita España en este momento. Va de mal en peor. Este gobierno es un caos.
Los ricos están deseando que el país se venga a pique para comprarlo a precio de saldo (empleados, terrenos, edificios, servicios, etc.)