Hungría, Polonia y República Checa violaron las normas de la UE al no acoger refugiados, según el TJUE
La justicia europea ha dado un varapalo a tres países del Este pertenecientes a la UE al dictaminar que incumplieron sus obligaciones con su negativa a aceptar solicitantes de ayuda en 2015 en plena crisis migratoria. Entonces Bruselas diseñó un programa de reubiciación y reparto entre todos los miembros de la Unión de los refugiados llegadas a Italia y Grecia, pero Hungría, Polonia y República Checa rechazaron el plan y también la presencia de inmigrantes en su territorio. Ahora el Tribunal de Justicia de la UE en Luxemburgo ha fallado en su contra justo cuando Hungría está en el punto de mira por la ley que ha aprobado y que permite a su presidente, Viktor Orban, extender el estado de alarma y gobernar por decreto indefinidamente. Una norma que ha sido de hecho contestada por 13 países de la UE.
En 2015, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), estimó que más de un millón de inmigrantes irregulares había llegado a las costas italianas y griegas. Para ayudar a los dos países, la UE adoptó en septiembre de ese año un plan excepcional de reubicaciones, Pero Hungría y Polonia no acogieron a ninguno, mientras que la República Checa se limitó a 12.
A finales de 2017, la Comisión Europea denunció judicialmente a los tres países por incumplir sus cuotas y ahora el TJUE ha dictaminado que «violaron las normas de la UE» y considera que «no pueden invocar ni sus responsabilidades en materia de mantenimiento del orden público (…) ni la supuesta disfunción del mecanismo de reubicación” de 2015“ para no respetarlo. Se les obliga a cumplir el fallo y se estipula que si persisten en la negativa, la Comisión Europea podría solicitar al alto tribunal europeo la imposición de una sanción económica.
Esta sentencia condenatoria se conoce pocas horas después de que trece países de la UE (España, Alemania, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, los Países Bajos, Portugal y Suecia) hayan firmado una carta conjunta en la que piden que las medidas de emergencia contra el coronavirus se limiten a lo estrictamente necesario. Y aunque no se menciona directamente en el texto a Hungría se produce poco después de que el Parlamento de este país controlado por la mayoría absoluta del primer ministro, Viktor Orbán, aprobase poderes extraordinarias que le permiten gobernar por decreto por tiempo indefinido y bloquear la publicación de informaciones «que puedan obstaculizar o imposibilitar la defensa» (frente a la epidemia).