El truco que utiliza la Iglesia Católica para celebrar misas en honor a Franco el 20N
Incluso después de la entrada en vigor de la Ley de Memoria Democrática que prohibe cualquier glorificación del franquismo, cada 20 de noviembre se siguen celebrando en España multitud de misas en memoria del dictador. Emilio Silva, presidente de la ARMH, resalta en el programa La Cafetera de Radiocable.com que no son misas a las que van familiares o amigos de Francisco Franco a recordarle, sino que están hechas para honrar a un líder fascista y subraya que el truco que usa la Iglesia para celebrarlas es diferenciar entre «rezar por el alma de una persona y la vida de esa persona».
En muchas capitales de España se han oficiado misas católicas en honor a Franco este 20 de noviembre, día del aniversario de la muerte del dictador en 1975. Es habitual, incluso después de la entrada en vigor de las leyes de memoria, y en algunas de ellas se hacen alegatos y discursos puramente franquistas. Emilio Silva califica de «curiosa» que la justificación de la Iglesia: «Dicen que una cosa son las misas por el alma de un ser humano y otra cosa es la vida de ese ser humano».
Pero enfatiza que en España la Iglesia Católica: «ha hecho mucha más política en su historia que práctica religiosa. Estas misas las convoca una organización llamada Movimiento Católico Español que es puramente franco-falangista. Y no son los amigos de colegio, ni los sobrinos-nietos, los que van a esas misas a recordar a una persona cercana. Esas misas están hechas para honrar a un líder fascista. Pero la Iglesia utiliza este truco».
El presidente de la ARMH asegura que es difícil entender que el Estado español siga teniendo una relación de privilegio con una organización que formó parte de la dictadura y tuvo la potestad de tener las políticas educativas e imponer su moral durante 40 años. «Las misas se hacen un 20N para recordar a esta figura. Y el truco es separar el alma de la vida, como si fuera una llamita que tenía Franco encima de la cabeza que no firmaba sus penas de muerte, ni tomaba las decisiones de hacer desaparecer a miles de personas… Es un acto evidente de doble moral de la Iglesia Católica. Pero lo terrible de esto es que el Estado no cambie su relación con esta organización».
[Intervención completa de Emilio Silva]
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