Un año de Obama
[4-11-2009] Iñaki Gabilondo en Noticias Cuatro: «Obama, un año en la Casa Blanca. Un año en el que ha vuelto del revés toda la arquitectura doctrinal construida por George Bush. Multilateralismo en lugar de unilateralismo, mano tendida al Islam, complicidad con Rusia, reducción de armas nucleares, lucha contra el cambio climático. Las líneas maestras del nuevo pensamiento han quedado esculpidas en una docena de discursos memorables. Y el reglamento del juego mundial ha cambiado por completo.
Sin embargo, todo parece nada. Y se respira un aire de decepción, de sueño frustrado, como si Obama sólo hubiera sido un globo de colores y ya se nos hubiera pinchado. A fin y al cabo, el planeta está como estaba, y Afganistán peor, y la reforma de la sanidad en los Estados Unidos no sale adelante, etcétera, etcétera.
Obama, un fuego fatuo. Palabras, sólo palabras. Así se despachan hoy, en muchos foros, las glosas de aniversario. Y nos sorprende, porque dan a entender que se habían cegado por el colosal impacto de su victoria. Y se habían sentado en primera fila para ver de cerca los milagros que se iban a producir.
No habían reparado en que Obama no es mas que el presidente de los Estados Unidos. ¿El mayor poder? No, los hay mayores, y muy pronto empezaron a ofrecer feroz resistencia. ¿En qué ha quedado el control bancario o la guerra a los paraísos fiscales?. En su país, Obama se está fajando con lo más granítico del pensamiento conservador. Y fuera, los países que aspiraban a contar, pesar y mandar, lo que desean sobre todo es que sea Obama quien resuelva.
Suspirábamos por el multilateralismo, pero ignoramos cómo se juega ese juego. Entre otras cosas, porque no sabemos lo que queremos. Ejemplo, Afganistán: ¿sabe España qué quiere, lo sabe Alemania, o Francia, tiene una idea Europa?. Nuestro deseo es estar sin estar estando. ¿Y en el cambio climático?, ¿en la lucha contra la pobreza? ¿Queremos que pase lo que decimos querer?. ¿Y pagar los precios correspondientes, modificando nuestro modelo de desarrollo y de vida?.
En última instancia, la mayoría de los que nos proclamamos partidarios de las grandes transformaciones que Obama anunció, nos limitamos a hablar. Sin embargo, los que se oponen a ellas, actúan. Y con todo su poder.»