Entrevista La Cafetera: «Detrás del asesinato de Berta Cáceres están los grupos económicos más importantes de Honduras»

Gustavo Castro, el único testigo del asesinato de Berta Cáceres, y Olivia Zúñiga Cáceres, su hija, fueron entrevistados en La Cafetera de radiocable.com el día en que se cumple un año del asesinato de la activista indígena hondureña. Un asesinato en el que según denuncia Castro, aparecen «involucrados más personajes y políticos, empresas y militares».

Escucha»Berta Cáceres vive . Hablamos con su hija Olivia Zúñiga y con Gustavo Castro, el testigo q vio el asesinato #LaCafeteraBERTACACERESVive» en Spreaker.

Berta Cáceres fundó con otras personas la organización COPINH para enfrentarse a megaproyectos que estaban desplazando a poblaciones indígenas de sus territorios, -cuenta Gustavo Castro, que aún se encuentra bajo amenazas por ser el testigo de su asesinato.

Gustavo Castro estaba aquella noche con ella en casa de la activista, el lugar del asesinato, cuando irrumpieron los sicarios: «creyeron que yo había muerto pero solo estaba herido, Berta desafortunadamente falleció». «Me despedí de ella cuando estaba muriendo»-recordó.

Fue a raíz del asesinato cuando empiezan «mecanismos del Gobierno de Honduras para buscar la manera» de culparle a él y a miembros del COPINH» -denuncia.

Gustavo Castro considera que funcionarios del estado participaron «a varios niveles, por omisión o acción» en el asesinato de Cáceres: «muchos habían entregado la licitación a este proyecto». «Fiscalía, Ministerio Público, policía, Ejército,…». Y «por eso generó tanto escándalo el informe Global Witness» que asegura que Honduras, como también contó Olivia Zúñiga, es «el país más peligroso para defender el planeta».

Ambos denuncian hoy que en el país existe «una impunidad terrible y ambición sobre los territorios y la riqueza que hay en ellos». Y por defender esos derecho, dijo estar en peligro, «como todo el mundo que lucha por los derechos humanos» allí.

Un año después del asesinato de Berta Cáceres, «el Gobierno no quiere llegar a los autores intelectuales»- denunció además una de sus hijas, Olivia Zúñiga Cáceres, en La Cafetera, quien recriminó que solo están detenidos los «ocho autores materiales que la dispararon». «Una máscara para tapar la impunidad que hay detrás del crimen de Berta», en su opinión. Porque denuncia que «detrás de ese crimen están vinculados los grupos económicos más importantes del país, a los que nosotros estan enfrentados».
La activista asesinada «recibió los más altos reconocimientos ambientales y eso no bastó para detenerse en su plan macabro de asesinarla».

«A estas alturas no se han abierto ni líneas de investigación contra los accionistas de la empresa ni contra la Junta Directiva». «Ni contra funcionarios públicos vinculados con corrupción y complicidad con la empresa», añadió.

Según explica su hija, «Berta había puesto 33 denuncias por amenazas de muerte en el año 2015″, un año antes de su muerte. Recibió «amenazas durante años porque había denunciado con nombres y apellidos a funcionarios públicos y a personal de diversas empresas». «Decía que le perseguían sicarios» y «le amenazaban con secuestrar a sus hijos y nietos». Y, «como ella nunca cedió, estaban planificando su asesinato».

«Mi madre era una mujer que amaba a grandes escalas, que luchaba por amor, en defensa de la vida y hacia todos los seres vivos de este planeta», dijo.

«Global Witness ha catalogado a Honduras como el lugar más peligroso para defender el planeta», . Sin embargo, a pesar de que se trata de un organismo internacional conocido mundialmente no escaparon de ser víctimas de ataques por la empresa. Incluso «Global Whitness sufrió un terrible ataque por haber catalogado a Honduras como el lugar más peligroso para defender el planeta».

«¿Qué no nos puede pasar a nosotros?», se preguntó. «En este país se vive un clima de impunidad y violencia», denunció. Y, especialmente, dijo, «los pueblos indígenas» que se sienten «en un estado de indefensión terrible» lo que explica su «sentimiento de lucha» en «uno de los países con más feminicidios del mundo».

A pesar de la inseguridad, Olivia Zúñiga insistió: «No nos va a detener el terror, vamos a seguir exigiendo que los autores intelectuales del asesinato de nuestra madre lo paguen». «Nosotros, como víctimas, seguimos luchando para que se haga justicia», aseguró.
«Berta no ha muerto, se ha multiplicado», concluyó Olivia Zúñiga Cáceres, hija de Berta Cáceres, su entrevista en La Cafetera de radiocable.com.