Unos indígenas ganan a magnates y otros son descubiertos
De Brasil y Peru llegan dos noticias importantes sobre pueblos indígenas. En el caso brasileño, se trata de una victoria política, juridica y social para las tribus de los Tupiniquim y los Guaraníes a los que han devuelto 11.000 hectáreas de tierra ocupadas por una empresa papelera. En cambio en la selva peruana, veintiún miembros de un pueblo indígena no contactado han sido vistos desde el aire. [FOTOS]
Un avión del Instituto Nacional de Recursos Naturales que sobrevolaba zonas remotas de la selva amazónica se encontró a orillas del río Las Piedras con un grupo de indios de los que no se tenían noticias que salieron de sus refugios para contemplar lo que les estaba sobrevolando. Tomaron fotografías y en ellas se ve unas cuantas chozas en la playa y a 21 indígenas. Alguno de ellos hizo el gesto de enfrentarse al avión cuando volvieron a pasar encima de ellos, pero la mayoría corrió a esconderse en la vegetación.
Las ONG´s que protegen a los indígenas han destacado que se trata de una prueba fehaciente de la existencia de estas tribus aisladas. Justo cuando están librando una «batalla» con algunas petroleras, como Perupetro, Barret Resources y la española Repsol, que quieren hacer prospecciones en territorios donde se sospecha que viven indios no contactados. El presidente de Perupetro desestimó su existencia recientemente afirmando que es ??absurdo decir que hay no contactados cuando nadie los ha visto? y otro portavoz de la compañía los comparó con el monstruo del Lago Ness.
En cambio en Brasil, los tupiniquim y los guarníes han logrado un victoria y recuperado parte de sus tierras ancestrales. Tuvieron que viajar hasta Alemania para presionar a la multinacional Procter & Gamble, pero al final han conseguido que el Ministerio de Justicia brasileño les dé la razón y les devuelva 11.000 hectáreas. En esas tierras, la papelera Aracruz había plantado miles de eucaliptos de los que extría celulosa que luego vendía, entre otros, a Procter & Gamble, responsable de marcas de pañuelos como Tempo.
Miles de indígenas fueron expulsados de sus hogares para que este negocio fuera fructificando. De hecho es probable que la papelera haya amortizado más que de sobra la jugada, ya que la reclamación de los indígenas data de hace más de 20 años y solo ha sido ahora cuando han fallado a su favor. Sin embargo han logrado un pequeña victoria en esta guerra consiguiendo que las tierras vuelven a sus dueños y sean incluídas en una demarcación protegida.