El Wall Street Journal alaba el plan español para las cajas pero ve riesgos con la CAM
El diario estadounidense advierte contra las garantías que está ofreciendo el Banco de España para «engatusar» a los compradores en la CAM. El WSJ aunque alaba «la acertada idea española de limpiar sus bancos» apunta que en el caso de la Caja de Ahorros del Mediterráneo «en los términos en que se está planteando, difícilmente una venta se consideraría como privatización».
(Foto: Flickr/Partido socialista)
El Wall Street Journal destaca en el texto «El modelo de reforma español» la gestión de la ministra española de Economía Elena Salgado y sus palabras sobre el fondo europeo de rescate: «son declaraciones tan francas como ésa – además del duro pero amoroso trato administrado por España a sus bancos durante dos años- lo que hace que la voz de Salgado merezca ser escuchada».
«Se espera que esta semana el Banco de España intervenga tras cajas de ahorros más ya que se aproxima el fin de su programa para reestructurar las pequeñas entidades españolas. Las cajas, que representan más o menos la mitad del sistema financiero del país, estuvieron de orgía crediticia a contratistas y promotoras durante los años de bonanza que acabaron en 2007″, añaden.
Pero el diario ve un «problema en el enfoque de Madrid, el calendario marcado es lento. El objetivo ha de ser colocar una nueva dirección, recapitalizar los bancos si es posible y volver a dejarles en la calle. Al hacerlo, Madrid ha de asegurar a sus contribuyentes que no vende los activos que no sean arriesgados. Para engatusar a los posibles compradores de la CAM, el Banco de España está ofreciendo garantías frente a las pérdidas de la caja y una línea de crédito de 2.800 millones de euros. Con tales términos, es complicado calificar cualquier venta como privatización, salvo de los beneficios».
«España -asegura el WSJ- tuvo la acertada idea de tratar del poner en orden ahora su sistema bancario, pero el objetivo ha de ser minimizar las pérdidas de los contribuyentes en relación con esos bancos, no asumir todos los riesgos y privatizar lo mejor», como a su juicio ocurre en el caso de la CAM.